Autorretrato

La obra "Autorretrato" ha sido considerada desde "la libertad matérica asociada al expresivo dibujo, evidencia a un artista “expuesto” sin idealizaciones ni artificios, muy en la tradición de los autorretratos de Rembrandt o de Goya, donde se establece una correspondencia entre el interior del alma y el aspecto exterior del rostro." (Centenario, Colección Museo Nacional de Bellas Artes, 2010, página
46). En concordancia con esto en la obra se representa el artista desde un ángulo central inferior, sospechosamente incomodo, develando además un giro leve hacia la derecha, asimismo la expresión dura del rostro y el entrecejo levemente pronunciado se aparta de la tradicional representación del retrato que buscaba fortalecer las características estéticas del retratado.