| Número de Registro: 3-39508 | |
|---|---|
| Objeto: | Figurilla | 
| Creador: | Sara Gutiérrez | 
| Institución: | Museo Histórico Nacional | 
| Fecha: | Siglo XX | 
Ficha de registro
Identificación
Institución
                                    Museo Histórico Nacional
                            Número de registro
                                    3-39508
                            Nº de inventario
                13065
                                Clasificación
                                    Arte - Artes Populares y Artesanía
                            Colección
                Artes Populares y Artesanía
                                Alto 5.2 cm - Diámetro máximo 4.7 cm
                En depósito - Museo Histórico Nacional
                3a, 13065
Descripción
                                    Objeto decorativo, es una tetera en miniatura, de cerámica policromada de color rojo. El cuerpo del objeto es de forma globular, tiene base de forma circular. En la parte superior tiene una abertura de forma circular, de sus bordes superiores, nace una asa central que se unen con el cuerpo del objeto. De la parte central de la pieza nace una forma alargada hueca que se conecta con la oquedad central. El objeto tiene motivos fitomorfos.
                            Estado de conservación
                                    Bueno
                            Contexto
Centro artesanal
                                    
                            Área geográfica
                                    Chile
                            Fecha de creación
                                    Siglo XX
                            Historia del objeto
                                    El objeto fue adquirido mediante una donación en febrero de 1950. La pieza estuvo en préstamo en el Museo de Arte y Artesanía de Linares desde julio de 1970 al 20 de octubre de 1989, fecha en la que regresa al MHN.
"Se trata de uno de los formatos más característicos de las cerámicas realizadas por las monjas Claras, quienes venían desarrollando este trabajo desde la colonia hasta fines del siglo XIX cuando esta producción se termina debido a la muerte de la última monja que conocía la técnica de perfumar la cerámica, Sor María del Carmen de la Encarnación Jofré.
Estas cerámicas fueron muy cotizadas como regalos navideños en su formato más pequeño, así como obsequio para grandes personalidades que visitaban o hacían un favor al convento.
Según consta en las crónicas coloniales, desde muy temprano estas religiosas se destacaron por la fabricación de objetos en miniatura y muchos de ellos constan en envíos al Perú incluso.
Según María Bichón, el origen de esta forma de trabajo cerámico tiene que ver en gran medida con la estructura misma de la vida de clausura. Al interior del convento vivían mujeres de todos los estratos sociales y castas, por lo que muchos saberes se fueron cruzando hasta dar lugar a este tipo de obras.
Por un lado, la matriz indígena que Bichón cita como la que aporta el trabajo en arcilla, más las aportaciones de las mismas monjas en la decoración de cada una de estas piezas, dando lugar a un modo de producción que se asemeja al trabajo de taller. "
                            "Se trata de uno de los formatos más característicos de las cerámicas realizadas por las monjas Claras, quienes venían desarrollando este trabajo desde la colonia hasta fines del siglo XIX cuando esta producción se termina debido a la muerte de la última monja que conocía la técnica de perfumar la cerámica, Sor María del Carmen de la Encarnación Jofré.
Estas cerámicas fueron muy cotizadas como regalos navideños en su formato más pequeño, así como obsequio para grandes personalidades que visitaban o hacían un favor al convento.
Según consta en las crónicas coloniales, desde muy temprano estas religiosas se destacaron por la fabricación de objetos en miniatura y muchos de ellos constan en envíos al Perú incluso.
Según María Bichón, el origen de esta forma de trabajo cerámico tiene que ver en gran medida con la estructura misma de la vida de clausura. Al interior del convento vivían mujeres de todos los estratos sociales y castas, por lo que muchos saberes se fueron cruzando hasta dar lugar a este tipo de obras.
Por un lado, la matriz indígena que Bichón cita como la que aporta el trabajo en arcilla, más las aportaciones de las mismas monjas en la decoración de cada una de estas piezas, dando lugar a un modo de producción que se asemeja al trabajo de taller. "
Referencias documentales
                Bichon, María: En torno a la cerámica de las monjas, Imprenta Universitaria, Santiago, Chile, 1947
                        
            Gestión
Adquisición
                Forma de ingreso
                                    Donación
                            Procedencia
                                     Guillermo Gray 
                            Fecha de ingreso
                                    1950-02
                            Registradores
                
                Rolando Báez , 2012-10-11
                
                Patricia Eliana Roldan Rojas, 2019-09-05
                
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