Niños de bronce

Número de Registro: 88-103
Título:	Niños de bronce
Creador:	Desconocido/a
Institución:	Presidencia de la República de Chile

Ficha de registro

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Identificación

Institución

Presidencia de la República de Chile

Número de registro

88-103

Nº de inventario

4594

Clasificación

Arte - Artes Decorativas

Colección

Artes Decorativas

Objeto

Escultura

Creador

Desconocido/a

Dimensiones

Alto 64 cm - Ancho 34 cm - Profundidad 34 cm

Técnica / Material

Fundición - Bronce

Ensamblado

Proceso a la cera perdida - Bronce

Ubicación

En exhibición - Presidencia de la República de Chile - Palacio de La Moneda - Salón Rojo

Título

Niños de bronce, Escultura en bronce, trío de niños, Ángeles, Adornos Angelitos de bronce, Putti, Amorcillos

Descripción

Obra exenta, composición en base a tres figuras humanas infantiles, dos femeninas y una masculina. Las tres están semidesnudas, de pie y se apoyan sobre sus espaldas. Una de las figuras femeninas tiene la pierna derecha cruzada sobre la pierna izquierda, le falta parte del brazo derecho. Tiene un cinto con un adorno en el centro que rodea su cintura. Su cabello ondulado está tomado sobre la cabeza con un rodete, y una delgada trenza cruza también por sobre la cabeza. Una tela le cubre el pubis, la espalda y parte del costado derecho del cuerpo. La otra figura femenina tiene un cinto que cruza su cabeza, una cuerda sostiene la tela que le cubre la espalda, el pubis y parte del costado derecho. Le falta parte de su brazo derecho, y tiene su pierna derecha flectada. La figura masculina tiene un lazo que cruza desde su hombro izquierdo hasta su cintura por sobre la cadera izquierda. Su pierna derecha está flectada y le falta parte de su brazo izquierdo. Las tres figuras están sobre una base de tres caras cóncavas, está decoradas con volutas, veneras, motivos vegetales y florales.

Estado de conservación

Bueno

Iconografía

La representación de pequeños niños desnudos se remonta a la tradición griega en las que estas figuras regordetas, a veces aladas y con flechas, personificaban a Eros, deidad del amor y del deseo que acompañaba a Afrodita. En la cultura romana Eros tomó el nombre de Cupido o Amor. Aunque se lo representó de formas diversas, a partir del siglo XV, se impuso la representación del niño desnudo, prolífica especialmente durante el Renacimiento y el Barroco. Aunque por lo común han sido confundidos erróneamente con los querubines o angelotes, cuando se los adapta al cristianismo, en realidad corresponden a los famosos amorcillos o putti (plural de putto; niño en italiano) provenientes de la tradición iconográfica de Eros, cupido o amor.

Contexto

Historia de propiedad y uso

El antiguo “Salón de Honor” del Palacio de La Moneda, también llamado Salón de Recepción del cuerpo diplomático”, estaba decorado con cuatro lámparas de mesa elaboradas en bronce. Tras el bombardeo y el incendio sufridos por la casa de gobierno en 1973, se recuperaron dos de las bases de esas lámparas las cuales habían perdido sus brazos y ampolletas.

Se trata de un trío de figuras infantiles, dos niñas y un niño, de pie, semidesnudas, gordezuelas, sobre una base de tres caras cóncavas con decoración fitomorfa. Estas piezas recuperadas corresponden a las obras escultóricas y decorativas conocidas en la actualidad bajo el coloquial título “Niños de bronce”, se encuentran en el Salón Rojo del palacio y forman parte del patrimonio cultural de la Presidencia de la República de Chile.

Aunque con distintas ubicaciones (Salones del Ala Sur, Morandé 80 y Salón Pedro de Valdivia entre otras), estas obras han permanecido más de cien años en la sede de gobierno; su presencia data por lo menos de inicios del siglo XX. Así se observa en una fotografía de 1910 que las registra en el “Salón de Honor” (Colección del Museo Histórico Nacional). Cabe mencionar que este salón se ubicaba en el segundo piso del sector nororiente del edificio, espacio ahora destinado al Gabinete de la Primera Dama, y que sus ventanas abrían al “Patio de Honor”, hoy llamado “Patio de los Cañones”.

Ambas figuras, una en el año 2008 y otra en el 2016, fueron sometidas a procesos de conservación y restauración para protegerlas y salvaguardarlas en el tiempo; estos implicaron limpieza, restitución de faltantes y reintegración cromática.